La calidad del agua se mide en función de la cantidad
de partículas contaminantes que contiene, se juzga y se clasifica con esto,
para distintos tipos de uso: consumo humano (agua potable), irrigación (riego),
lavado, uso industrial, etc.
El agua contiene impurezas naturalmente, y no las
podemos eliminar, pero en ocasiones adquiere más impurezas por el mal uso de
las actividades del hombre.
La contaminación del agua puede ser: calorífica (el
calor provoca que se disuelva menos oxígeno), con iones de metales tóxicos, con
moléculas orgánicas, ácidos, álcalis, y la actividad humana principalmente.
Otras formas de contaminación son:
El exceso de de plantas acuáticas, que consumen el oxígeno
del agua. Las sustancias biodegradables, que en ocasiones pueden oxidar en
demasía. El petróleo, plaguicidas, fertilizantes, organismos patógenos, fango,
detergentes, pesticidas, materiales radiactivos y la propia agua residual.
La contaminación del agua produce la extinción de especies,
tanto animales como vegetales, por lo que la debemos evitar. He aquí algunas
recomendaciones para evitar la contaminación de esta:
- · Asear las cisternas
- · No mezclar desechos químicos con agua
- · Utilizar jabones biodegradables
- · Mantener las tuberías y llaves en buen estado
- · No arrojar basura en el drenaje
Aunque existe un proyecto de reciclado y separado para
vidrio, papel, metales y plásticos, no existe un trato especial para las
sustancias químicas, que deberían separarse.
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